Todo tratamiento con niños y adolescentes debería incluir el trabajo con la familia, debido al rol determinante que cumplen los factores contextuales (Datillio, 2005). Los padres y adultos significativos (abuelos, hermanos, docentes) desempeñan un papel importante en el origen, desarrollo y mantenimiento de los problemas de conducta de dichos niños y adolescentes.

En la actualidad las intervenciones psicológicas con la participación de madres y padres están recomendadas para los trastornos del habla, del lenguaje, miedos infantiles, retraso mental, autismo, conductas antisociales, trastorno por déficit de atención e hiperactividad y una gran variedad de patologías.

Esta intervención es útil cuando el niño es muy pequeño, o cuando el niño o adolescente se niega a acudir a terapia, la modificación de la conducta problema se realiza de manera indirecta trabajando con los padres quienes serían los principales agentes de cambio.

En que consiste el entrenamiento para padres:

Es un enfoque terapéutico que consiste en capacitar al cuidador en, principios, técnicas y estrategias que permitan entender y tratar directamente los problemas de comportamiento de sus hijos. El entrenamiento a padres se ha utilizado fundamentalmente para los problemas de conducta en niños, con el fin de proveer a los cuidadores de ciertas habilidades para su manejo en el ambiente natural familiar y fortalecer a aquellos que se encuentran en riesgo de relacionarse negativamente con sus hijos.

Objetivos del Programa:

  • Mejorar las competencias y habilidades de los padres para potenciar las conductas pro-sociales y disminuir las conductas problemas.
  • Aumentar el conocimiento sobre las causas de los comportamientos problemas y los principios que subyacen el aprendizaje social de estos comportamientos.
  • Mejorar la aceptación por partes de los niños de las ordenes y reglas dadas por los padres.
  • Siempre desde el respeto, la empatía, comprensión y fomentando la interacción positiva entre los padres e hijos. Se busca la cooperación más que la obediencia.
  • En la actualidad se involucran otros componentes como la capacitación en desarrollo infantil, entrenamiento y manejo del estrés y de la ira, resolución de problemas, habilidades sociales y comunicativas.

Habilidades para alcanzar el objetivo: 

  • Promover el juego y la relación positiva.
  • Prestar atención a las conductas positivas.
  • Elogiar y recompensar los comportamientos socialmente aceptables.
  • Normas y ordenes eficaces, claras y adecuadas a la edad y características del niño.
  • Consecuencias lógicas y calmadas para los comportamientos problemas.
  • Autocontrol en la interacción familiar negativa y manejo del estrés.
  • Fortalecer el vínculo entre la familia y la escuela.

La metodología para adquirir dichas habilidades en el programa de entrenamiento para padres es a través del aprendizaje estructurado.

  1. Instrucción didáctica de las habilidades.
  2. Moldeamiento.
  3. Juego de roles para la práctica.
  4. Retroalimentación.
  5. Asignaciones de tarea entre sesiones.

Conclusiones:

El EP no solo implica aprender habilidades y competencias que permitan modificar las conductas problemas en niños y adolescentes. También implica un espacio en donde el adulto sea consciente de que su propia conducta ante los problemas es un modelo para sus hijos, por lo que ellos mismos deberán modificar sus modos. Deberán poder tener en cuenta las necesidades y etapa de desarrollo de sus hijos, validar sus emociones y educar desde el respeto fomentando los vínculos positivos y la cooperación.

Autoras:

  • Dra. Jimena Ross – Medica – MP: 33073 – Esp. Psiquiatría Infanto Juvenil – ME 20269
  • Lic. Laura Cardetti – Psicóloga – MP 9121

Miembros de la Fundación Clínica de la Familia

 


Compartir:


  Categorías:

Artículos de interés y actividades por la salud emocional