Existen ciertas actitudes y acciones que podemos emprender para que la intensidad y la repetición de ataques de pánico sea cada vez menor. En este post te comparto 10 reglas básicas en cómo afrontar un ataque de pánico.

1.- Recuerda que el miedo que sientes no es más que una exageración de las reacciones corporales que tu cuerpo está teniendo a los altos niveles de estrés que presentas.   Así es que en el momento en que empieces a tener alguna reacción corporal, déjala como eso, una reacción, y no le quieras atribuir el señalamiento de alarma o de que algo muy grave está empezando a suceder.

2.- Las sensaciones que experimentas durante el ataque de pánico no son ni perjudiciales ni peligrosas, solamente son desagradables, así como la alarma del coche que no para de sonar, el bebé inquieto por comer que llora y llora, o el tic tac del compañero de a lado que hace con su pluma.  Son desagradables para tu percepción, pero no sucederá nada peor, ni nada más grave que eso, espera a que pasen.

3.- Observa esas sensaciones, no luches contra ellas, observa tu miedo, acéptalo, ahí está, no lo quieras quitar, hazte aliado del león que tienes a lado y que tienes miedo de que te muerda, y descubre cómo va pasando el tiempo, y el león no te mordió.

4.- Recuerda que mientras mas quieras luchar en contra del miedo, mientras menos lo aceptes, mientras más quieras evitarlo, regresará con más fuerza, por eso el objetivo es que afrontar ese miedo, a conocerlo, a ver cuándo llega, a ver cómo se va, qué te quiere decir, y aprender de él lo que viene a enseñarte, y ver si en realidad se vuelve verdad o no, atreviéndote a desmentirlo.

5.- Evita echarte pensamientos negativos del tipo “otra vez me está dando”, “ya no debería de suceder”, y simplemente observa por qué es que está llegando, y date chance de que con el paso del tiempo, si empiezas a reducir tus niveles de estrés, estos episodios irán disminuyendo.

6.- Observa las cosas y los síntomas de tu cuerpo que sí estén funcionando de manera positiva, observa como no estás perdiendo el control, observa lo que sucede a tu alrededor, ubícate en el presente.

7.- Respira y mantén tu atención en tu respiración, dándote cuenta de que no tienes por qué dejar de respirar, no tiene por qué pasar algo malo, y que estás en todas tus capacidades para superar éste momento de manera positiva.

8.- Dale las gracias a ese momento de miedo que llegó, y ábrete a descubrir lo que te viene a enseñar, obsérvalo, y continúa con tus actividades de manera relajada y tranquila.

9.- Evita tener miedo de que se vuelva a presentar éste episodio, pues si se vuelve a presentar, estarás en otro momento, en otro lugar, con más herramientas, y lo afrontarás con más fuerza, acuérdate que cada vez que lo superes, te hace más fuerte, no al revés.

10.-  Recuerda que eres mucho más que todos esos síntomas, que todo ese miedo, que todos esos pensamientos que llegan a tu mente, no eres tu cuerpo, tampoco tus pensamientos, eres quien decide cómo reaccionar y cómo percibir a ese cuerpo y a esos pensamientos, eres esencia habitando en ésta Tierra, eres amor, eres luz, eres verdad, y el que te sientas así en esos momentos, es tan sólo tu cuerpo haciendo erupción el estrés que llevas acumulando por tanto tiempo, así como el volcán hace erupción cuando la lava necesita salir.  Es una desintoxicación, una liberación de energía interna guardada, de enojos no expresados, de estar en un lugar donde no quieres estar, de ser quien todavía no te animas a ser.

Mientras mas te acerques a tu esencia y a serla, actuarla, menos llegará ese estrés a tu vida, recuerda que TODO pasa, inclusive éste momento desagradable que es el ataque de pánico, así como cualquier cosa que te perturbe en tu vida.  Y recuerda… no se trata de respirar…. sino de darte cuenta de que estás respirando.

Fuente: www.desansiedad.com


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Artículos de interés y actividades por la salud emocional