En la actualidad es muy accesible la aplicación de estas pruebas para detectar el consumo de sustancias psicoactivas. En el artículo se informa sobre sus alcances y la importancia de una correcta valoración del resultado. 

Las razones para realizar análisis bioquímicos de drogas pueden ser muy variadas, dependiendo de las cuestiones a responder. Se utilizan habitualmente para conocer un consumo inicial de sustancias, o la verificación de un autoinforme (información verbal de la persona sobre sí mismo, por ejemplo en el ámbito laboral). También se usan las pruebas de screenig (rastreo) en el inicio de un  programa de tratamiento de rehabilitación, o si se busca identificar una sustancia en una situación de sobredosis, o en el caso que se necesite medir el cumplimiento de la administración de una determinada medicación, entre otros.

El uso de pruebas de laboratorio se lleva a cabo principalmente como ayuda de una valoración clínica más extensa en el procedimiento de diagnóstico y de evolución de un tratamiento.

Uno de los mayores retos para los procedimientos de este tipo de pruebas, es el amplio abanico de sustancias que pueden consumirse. Una droga puede detectarse en un líquido corporal o en un tejido pero hay limitaciones prácticas que rigen, qué muestras pueden ser usadas.

La elección del indicador biológico está influenciada por la farmacocinética (absorción, distribución, metabolismo y excreción) de la sustancia a detectar, y la facilidad con que pueda analizarse en el laboratorio. Actualmente, la orina es el fluido biológico preferido para el análisis de uso de drogas ilegales y sus metabolitos.

Las pruebas basadas en muestras de orina para la detección del consumo ilegal de drogas abarcan de sencillas pruebas de inmunoensayo hasta complejos procedimientos analíticos. La importante ventaja de la orina para los test de detección de drogas es que generalmente está disponible en cantidad suficiente, es fácil de recoger en diversos medios y las drogas tienden a estar presentes en concentraciones relativamente altas y por varias horas o días, según su naturaleza.

Los inmunoensayos se han convertido por su rapidez y sensibilidad, en el método cualitativo más aceptado para la detección de sustancias y sus metabolitos, se realiza en un paso, tomando muestra de orina de cualquier momento del día, la cual puede ser almacenada entre 2 y 8ºC, hasta 48 horas previas a la realización del estudio.

Las limitaciones de este método se refieren a posibles errores técnicos o de procedimiento, así como sustancias interferentes, adulterantes pueden producir resultados erróneos independientemente del método analítico usado, la detección de sustancias tienen una concentración mínima (Cutt-off) a partir de la cual pueden ser detectadas, la presencia de medicamentos pueden dar falsos positivos y muy importante es tener en cuenta que un resultado positivo solo indica la presencia de la droga, pero no brinda información sobre el nivel de intoxicación, la vía de administración o la concentración de la misma en orina.

Esta técnica únicamente proporciona un resultado preliminar. Para obtener la confirmación de un resultado, debe emplearse un método químico alternativo más específico como GC/MS (Cromatografía gaseosa/Espectrometría de masa).

El desarrollo de un nuevo campo en el diagnóstico por el laboratorio basado en el empleo de muestras de saliva ha sido posible gracias a los avances logrados en las últimas décadas. Las principales desventajas de las muestras de saliva son: que los analitos se encuentren en menores cantidades, las posibles interferencias con algunas de las pruebas como la actividad enzimática bacteriana y la presencia de restos de alimentos y mucosidad.

Las principales ventajas del empleo de muestras de saliva en el diagnóstico por el laboratorio se refiere a la facilidad en su obtención y la posibilidad de repetir su obtención en varias ocasiones, que no se requiere un adiestramiento especial, que no es un procedimiento invasivo, lo que es ideal en grandes grupos de personas.

Por último es importante entender que la consideración clínica y buen juicio profesional deben aplicarse en particular cuando se utilizan resultados preliminares positivos.

Dra. Cecilia Masoero, Bioquímica –  M.P. 3263

Esp. en Toxicología – M.P. 580

Integrante del equipo de asistencia a las adicciones


Nota publicada en diario Puntal el sábado 17 de junio de 2017

Informar para la Salud - 23-07-16


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