La autora describe este método que brinda información al paciente y su familia, como complemento en el abordaje de las enfermedades mentales.

Entendiendo al trastorno bipolar como una enfermedad que afecta los mecanismos que regulan el estado de ánimo. La persona que lo sufre pierde el control sobre los mismos, oscilando entre dos polos (sin que estas estén en relación con el mundo exterior): Manía (euforia, aumento de energía, hiperactividad, aumento de la velocidad del pensamiento de la sociabilidad y del gasto económico) y Depresión (perdida de interés, desvaloración de uno mismo, cansancio, sensación de vacío). Se trata de una enfermedad crónica, episódica y recurrente. El tratamiento clásico y convencional basado en la consulta médico-psicológica individual resulta insuficiente y está demostrado, como obsoleto en los tiempos que corren. Un período atrás, las personas con padecimientos mentales y sus familiares, solo tenían como alternativa, la internación prolongada, el encierro manicomial, la toma de medicación y la consulta con el psiquiatra.

En la actualidad, el camino a la recuperación está dado por un abordaje integral contemplando la internación como una alternativa, pero de tiempos breves, incluyendo la farmacología, pero también la rehabilitación. No alcanza sólo con tomar la pastilla. Hoy, la intervención de la enfermedad mental grave y crónica, no puede entenderse, si no es de un modelo de tratamiento multimodal enfocado no sólo a la disminución de los síntomas, sino al mejoramiento de la funcionalidad y de la calidad de vida. Se trabaja para que la persona recupere parte de su funcionamiento previo a la aparición de la enfermedad, sus amistades, espacios de recreación y autonomía. Esta modalidad de abordaje está contemplada en la ley de salud mental nacional 22.914, sancionada en el 2010.

Como parte del tratamiento multimodal para personas portadoras de trastorno bipolar, conjuntamente con la farmacología, psicoterapia individual, rehabilitación psiconeurocognitiva-social y la terapia grupal; se le otorga un lugar clave a la psicoeducación. Se trata de un método de cuidado que provee información a la familia, complementario a las otras partes del tratamiento, basado en un programa de apoyo y educación, donde se imparte conocimientos acerca de la enfermedad. Se parte de la idea que la familia y el paciente tienen derecho a conocer los que les está pasando y sacándolos del lugar de culpables de su padecimiento, siendo la causa de la enfermedad biológica y genética. Esta ampliamente demostrada la eficacia de la psicoeducación, aumentando la adherencia al tratamiento y mejorando la calidad de vida de la familia.

La psicoeducación tiene como objetivo dar un mensaje esperanzador y realista, brindar información sobre la enfermedad y sus tratamientos. Como así también, lograr que la familia se convierta en “socios en el tratamiento” conjuntamente con el paciente y los profesionales.

Una modalidad de abordaje de la psicoeducación son los conocidos grupos de familiares, donde cada uno encuentra pares y les permite salir del aislamiento al que se ven sumidas estas familias. Escucharse y ser escuchado por otros que atraviesan similar situación. Los grupos de familiares organizados en todo el mundo, ayudan a miles de personas a salir de la desesperación y vencer el estigma social que convive con esta enfermedad. En el grupo siempre hay algo para aprender y compartir.

Claro está que la psicoeducación no solo debe abarcar a los familiares. Es necesario que también los pacientes sepan que les está pasando, puedan ponerle nombre a sus malestares y compartir también con otros pares sus vivencias. Esto les permite salir de su estado de aislamiento y ensimismamiento. Permite entender que «no es un bicho raro” y que esto “no solo les pasa a ellos”.

Son también los profesionales de la salud mental, los administradores de Obras Sociales, y la sociedad en su conjunto quienes deben conocer sobre estas patologías para que su intervención pueda ser efectiva para así evitar la estigmatización.

Carol Anderson, en su libro: “Esquizofrenia y Familia”. Presenta la psicoeducación familiar como uno de los pilares fundamentales para el tratamiento, a fin de lograr la menor tasa de recaídas, mantener el manejo ambulatorio, y permitir la reinserción familiar y social. La meta es reducir tanto como sea posible el número de hospitalizaciones ayudando a los pacientes y sus familias a una mejor comprensión, motivación y resolución de los problemas cotidianos. Un buen entorno familiar, es un factor de gran importancia en la estabilidad de la enfermedad y en la prevención de recaídas.

Claves: La psicoeducación tiene como objetivo dar un mensaje esperanzador y realista, brindar información sobre la enfermedad y sus tratamientos. Como así también, lograr que la familia se convierta en “socios en el tratamiento” conjuntamente con el paciente y los profesionales.

Invitada: Lic. Montes Carolina Psicóloga M.P. 5059

Informar para la Salud - 28-03-15


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