La autora informa acerca de esta modalidad de abordaje en la valoración de los efectos en la calidad de vida de quien lo padece.

Existe conocimiento proveniente de estudios científicos, que la vida en grandes ciudades tiene determinados efectos sobre la salud mental, es decir, mayor padecimiento de afecciones psicológicas y psiquiátricas; trastornos de ansiedad y depresión.

Son numerosos los factores ambientales y biológicos que se combinan para explicar porqué la vida urbana se asocia con más patología mental.

  • Condiciones de vida estresantes: el ritmo, intensidad, modos de trabajo, competencia excesiva, desproporción de ruido y estímulos, mala calidad de sueño.
  • La interacción entre el estrés ambiental y el bagaje biológico. Es decir, en personas con cierta predisposición genética (inestabilidad del ánimo, o bipolaridad) el estrés podría actuar como un importante factor de desestabilización.
  • Sedentarismo y mala alimentación, que enferman al sistema cardiovascular y por ende al sistema nervioso, por la conexión que existe entre ambos.

También las exigencias que las personas nos imponemos para nuestra vida, la mayoría de las veces, tienen como particularidad el valor que le impregnamos a nuestro rendimiento. Ya sea, en el trabajo, estudio, vida familiar, social, constantemente nos exigimos de forma desmedida. Y esta supra exigencia puede ocasionar daños a nuestro organismo, especialmente al cerebro.

El Estrés, se define como el conjunto de reacciones fisiológicas que prepara al organismo para la acción. En su origen, el estrés es una función que nos permite adaptarnos a los cambios del medio. Cuando las demandas del medio son excesivas y se mantienen en el tiempo, esta capacidad de adaptación y resistencia comienza a mermar, y se produce el Distrés o estrés patológico.

Es decir, nos sentimos estresados, cuando no podemos afrontar lo que el medio nos pide.

Ahora bien, niveles moderados de estrés, nos son útiles para «ponernos en movimiento», se activa nuestro cerebro, lo estimula. Pero si esos niveles son demasiado elevados y prolongados, pueden conducir a ansiedad y/o depresión y afectar a la actividad cognitiva;  atención, memoria y funciones ejecutivas, entre las más perjudicadas.

Distintas investigaciones han revelado que la memoria episódica (la memoria del cuándo tengo turno con el dentista, y dónde guarde los anteojos), se altera en niveles altos de estrés. Asimismo las funciones ejecutivas, específicamente la atención en sus diferentes tipos, por ejemplo, si estamos en una reunión conversando  con alguien y hay bullicio de fondo, debemos poner en marcha la atención selectiva, y así filtrar los sonidos irrelevantes y atender aquello que nos interesa. En otras ocasiones poner en juego la atención sostenida, para mantener una misma tarea en el tiempo.  Y en otras necesitamos focalizarnos en más de un estímulo a la vez, y aquí aparece la atención dividida, conocida como multitasking.

Si las anteriores mencionadas funciones cognitivas se ven afectadas en su normal funcionamiento, se genera un círculo vicioso donde disminuyen las capacidades que tenemos las personas para enfrentar las demandas del ambiente y esto hace que aumente el nivel de Distrés.

La Neuropsicología, como disciplina fundamentalmente clínica que converge de la neurología y psicología, es la encargada de estudiar los efectos de un funcionamiento anómalo vinculados al Sistema Nervioso Central (Estrés, Ansiedad, Depresión) sobre los procesos cognitivos, emocionales y del comportamiento de las personas.

Su mayor herramienta, es la Evaluación Neuropsicológica.

Esta se constituye a través de múltiples fuentes de datos:

  • Reporte del paciente
  • Entrevista-historia clínica (Antecedentes Patológicos y Familiares-pedido de estudios complementarios de Neuroimagen: Resonancia Magnética de cerebro, Spect cerebral. Laboratorio completo. Medicación)
  • Entrevista a un familiar
  • Administración por parte de un profesional especializado (Neuropsicólogo) de Test Estandarizados (brindan información cuantitativa y cualitativa) para explorar en detalle el funcionamiento de los dominios cognitivos: atención-memoria-lenguaje-funciones ejecutivas-habilidades visuoespaciales.

La Evaluación se realiza en consultorio, aproximadamente la duración es de 2 horas, y después de un análisis exhaustivo de los resultados se entrega un informe final.

Estas evaluaciones son de vital importancia para las personas y sus familias que consultan por trastornos de estrés, ya que les permite comprender los efectos de los mismos en su calidad de vida e identificar tratamientos terapéuticos acordes.

           

Lic. Julieta Seffino Albarenque

Psicóloga –  M.P. 3805

 Master en Neuropsicología

Miembro de Fundacion Clínica de la Familia


Nota publicada en el diario Puntal el sabado 30 de julio de 2016

Informar para la Salud - 23-07-16


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